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IES VIERA Y CLAVIJO

Derechos humanos

 “En definitiva, ¿dónde empiezan los derechos humanos universales? En pequeños lugares, cerca de casa; en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en ningún mapa. [...] Si esos derechos no significan nada en estos lugares, tampoco significan nada en ninguna otra parte. Sin una acción ciudadana coordinada para defenderlos en nuestro entorno, nuestra voluntad de progreso en el resto del mundo será en vano" 

Eleanor Roosevelt

 

El Día de los Derechos Humanos se celebra cada 10 de diciembre, día en que, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó La Declaración Universal de Derechos Humanos, un documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

Artículo 13

1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.

2.Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.

Artículo 14

1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.

 

El alumnado de 1.º Bachillerato se ha puesto en la piel de los inmigrantes que “toman la terrible decisión de abandonar su hogar, su comunidad o su país porque tienen miedo, miedo de perder la vida”, a través de una rutina de pensamiento y han elaborado historias que pueden formar parte de la realidad que viven los inmigrantes durante su viaje en busca de una vida mejor.

Historias del alumnado 

BERTA M.ª AMADOR DE LA COBA

SAMUEL BAÑOS PESTANO 

DOMINGO MANUEL GARCÍA DELGADO

NURIA MARINA GARCÍA DÍAZ 

1.º Bachillerato

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Otra patera más

Los inmigrantes se aproximaban a la costa del archipiélago canario. Mientras las olas azotaban la endeble embarcación, por su mente pasaban pensamientos inciertos sobre su futuro y su destino. A su vez, en sus ojos, empapados con lágrimas provenientes de un profundo miedo, brotan destellos de esperanza.

Esperanzas fundadas por falsas promesas, formuladas por despreciables vendedores de humo que no dudan en enviar a personas inocentes rumbo de un sino desconocido, ofreciéndoles una falsa utopía con el único objetivo de presenciar cómo se expande su riqueza a costa del sufrimiento de las personas, que fruto de la desesperación, deciden abandonar toda su realidad en anhelo de algo mejor.

En la costa les aguardaban los servicios de emergencias, preparados para cumplir con su deber de ayudarlos. Aunque la empresa de los viajantes no concordase con algunos de sus ideales, se veían en la obligación de intervenir, movidos por un antiguo juramento, para socorrer a todo aquel que necesitara de ayuda, y para poner una sábana sobre los que ya nunca la necesitarán.

Al mismo tiempo, en la tierra que abandonaron se encontraban las desconsoladas familias de estos navegantes, deseosas de que estos llegaran a su destino a salvo y de que no sufrieran mayor contratiempo durante su travesía. Con el corazón encogido por la incertidumbre, expectantes de cualquier que muestre que su compañeros han logrado su objetivo, rogando a sus dioses que bendigan el camino de sus hermanos.

En cuanto la triste embarcación llega a la costa, tras ser escoltada por los servicios portuarios, cruza sus demacrados cuerpos, desnutridos por la falta de alimento durante esos eternos días de viaje, un efímero sentimiento de alivio. Pero este se desvanece ante la visión de un ejército vestido de azul, formada por soldados que una vez juraron proteger a los más desfavorecidos, y que ahora los arrastran contra su voluntad.

Este caos llama la atención de los medios de comunicación, que tratan de capturar la desesperación reflejada en los rostros de los recién llegados de un viaje suicida, para hacer saber al mundo, por el tormento que están pasando. Otros, sin embargo, se arremolinan alrededor del lugar de los hechos como una bandada de buitres, ignorando todo ápice de moralidad con tal de conseguir el mejor plano de este desgraciado panorama.

Todo este desconcierto llega, de una forma u otra, a los oídos de los residentes de la isla formando un abanico de pensamientos, que van desde el compadecimiento y la empatía, hasta el odio y la rabia. Todos estos sentimientos surgen fruto de la ignorancia hacia lo que realmente sucede en esa playa y, en general, para estos meros testigos, no resulta nada más allá de un rotundo “otra más...”.

Finalmente le toca actuar al elemento más relevante de todos, el gobierno, pero lamentablemente, y pese a supuestamente buscar el bienestar de su pueblo, su toma de decisiones se basa en diversas opciones que determinarán los votos que recibirá en las próximas elecciones. Sin pararse a reflexionar sobre el dolor de los inmigrantes tendidos en una de sus playas.

De esta forma concluyen su viaje los peregrinos que dejaron atrás toda su realidad, para aventurarse a un futuro incierto, y que como recompensa por su periplo recibieron un presente aún más incierto.

LUCÍA GUANCHE

BRUNO CABRERA

MARCO AMADOR

ALEJANDRO BRITO

DANIELGIL

1.º Bachillerato E

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Sadó

Hoy ha llegado finalmente el día en el que mis padres van a hablar con el traficante del pueblo para planificar mi viaje. Después de años de mucho ahorro y sufrimiento, encuentro por fin algo de esperanza. Esta misma tarde me embarco hacia una nueva aventura, una nueva vida. Estoy nervioso y en mi cabeza hay muchas preguntas sobre lo venidero, pero todas sin respuesta.

Cuando nos estábamos acercando a la costa divisamos una muchedumbre que nos gritaba en un idioma desconocido. Entre ellos se acercaron dos personas vestidas con chalecos naranjas que nos guiaron hasta una carpa donde fuimos atendidos por unos sanitarios y por una persona que afortunadamente hablaba francés, ella nos explicó que íbamos a hacer por el momento y se encargó de llevarnos a un lugar seguro.

Mientras tanto mi familia no sabe nada de mi situación, la última vez que nos vimos me encontraba en un cayuco a punto de hundirse... Llevo ya tres días aquí y según me han dicho mis amigos muchos de los habitantes de la isla no nos quieren. Este sentimiento me invade al salir a la calle, el sentimiento de ser un forastero. Hay quien nos saca fotos por la calle, haciendo preguntas en esa lengua que sigo sin comprender, sin embargo no sé porque me siento más seguro que antes.

De repente oigo la voz de mi padre, me despierto desorientado, estoy todavía en mi casa. Todo lo que había pasado era un simple sueño, falta una semana para mi partida.

JULIA JORGE VARGAS (periodista a cargo de las entrevistas)

PATRICIA MARÍN SÁNCHEZ (sanitaria presente en el lugar de los hechos)

ALEJANDRA SOTO SPUCH (coordinadora de la ONG Cruz Roja)

DANIEL SANTANA GONZÁLEZ (habitante de la zona a favor de la inmigración)

JAIME JORGE LEÓN (habitante de la zona en contra de la inmigración)

GUILLERMO LÓPEZ CONCEPCIÓN (inmigrante recién llegado)

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Una nueva vida


JULIA.– Buenos días, nos encontramos en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, a donde recientemente a llegado una patera con 176 inmigrantes. Realizaremos algunas entrevistas para escuchar las opiniones de la gente ante este suceso.


Comenzaremos con la sanitaria Patricia Martín, díganos ¿en qué estado se encuentran los inmigrantes recién llegados?

PATRICIA.– Buenos días, se encuentran en un estado bastante grave. Presentan numerosos síntomas de desnutrición y deshidratación, puesto que se vieron obligados a beber agua del propio océano.

JULIA.– ¿Qué cuidados necesitarán para mejorar dichas condiciones?

PATRICIA.– Con la ayuda de las ONG disponemos de algunas ayudas para estos casos, sin embargo, son insuficientes para la cantidad de gente que ha llegado en la patera, por lo que mu gustaría aprovechar esta oportunidad para pedirle a la población cualquier tipo de ayuda que puedan prestarnos.

JULIA.– Muchísimas gracias por responder a nuestras preguntas.
Ahora entrevistaremos a la coordinadora de la ONG Cruz Roja Alejandra Soto. Buenos días, ¿podría decirnos donde tienen planeado alojar a todas estas personas?

ALEJANDRA.– Buenos días, por ahora tenemos planeado reunirlos en el cuartel de Las Canteras, allí, ellos dispondrán de comida, cama y mantas. Además, les haremos pruebas médicas con el propósito de verificar si alguno de ellos padece alguna enfermedad.

JULIA.– ¿Hay mucha gente uniéndose para ayudar a esta causa humanitaria?

ALEJANDRA.– Hay algunos voluntarios ayudándonos en estos momentos, sin embargo me gustaría pedir la máxima difusión posible de esta situación para que más gente ayude a estas pobres personas que están tan desconcertadas con sus posibilidades aquí. Gracias.

JULIA.– Espero que todo mejore pronto. Muchas gracias Alejandra.
Para la siguiente entrevista hemos llamado a un vecino de la zona. Buenos días señor Santana, cuéntenos, ¿qué opina usted ante la llegada de los inmigrantes?

DANIEL.– Bueno, yo creo que es obvio, ellos son personas y tienen los mismos derechos que nosotros. Hay que ayudarlos en todo lo que se pueda, por lo que pienso que todos deberíamos aportar nuestro granito de arena a la causa.

JULIA.– Entonces, presupongo que usted ya está ayudando. ¿Puedo preguntar cómo ha decidido ayudar a esta gente?

DANIEL.– Claro, soy el dueño de un bar cercano, así que trataré de proporcionarles toda la comida posible durante su estancia aquí, ya que como he dicho creo que es vital...

JAIME.– Perdón, perdón.

JULIA.– ¿Sí? ¿Es usted también un vecino de la zona?

JAIME.– Sí.

JULIA.– Ya que ha interrumpido la entrevista supongo que tiene algo que decir sobre los recién llegados inmigrantes ¿no es así?

JAIME.– Sí. No estoy de acuerdo con lo que el señor Santana está diciendo. No somos conscientes de lo que esto supone. ¡Vamos a tener cada vez menos empleo!, además la tasa de delincuencia seguro va a aumentar más, tengo miedo hasta de imaginármelo.

JULIA.– ¿Pero no cree que sta gente merezca una segunda oportunidad de mejorar sus vidas?

JAIME.– A ver no me malinterprete, claro que es triste y claro que todo el mundo merece una segunda oportunidad. Sin embargo lo que estoy diciendo es que deberíamos preocuparnos de nuestra gente y no de unos recién llegados que ni sabemos quienes son.

JULIA.– Bueno, gracias a ambos por compartir vuestras opiniones con nosotros.
Para finalizar con nuestras entrevistas vamos a hablar con uno de los inmigrantes. ¿Buenos días, le importaría decirnos su nombre?

GUILLERMO.– Claro mi nombre es Mohamed Ahmed.


JULIA.– Vale, dime Mohamed ¿cómo ha sido su travesía por el océano?

GUILLERMO.– Ha sido un viaje muy largo, algunos compañeros han sufrido deshidratación por el agua marina y hambre. Es más no sabemos siquiera si hemos llegado todos los pasajeros de la patera, ya que salimos más de doscientos en ella y no sé cuantos exactamente cayeron al mar, por lo que dudo que estemos todos.

JULIA.– ¿Porqué tantas personas han querido salir de su país?

GUILLERMO.– La situación en mi país es bastante mala, no hay dinero, no hay trabajo, siempre hay peleas de bandas, hay muchos delitos... En resumen, es una situación en la que es muy complicado sobrevivir. Pero, lo importante es que ahora estamos aquí y tenemos esperanza de tener una vida mejor.

JULIA.– Muchas gracias Mohamed espero que vuestras esperanzas se hagan realidad.
Ahora devolveremos la conexión para escuchar una breve rueda de prensa de presidente del Cabildo de Tenerife Diego Rodríguez.

DIEGO.– Este es un nuevo fatídico caso de inmigración a nuestras costas. Es un asunto de gran preocupación no solo para Canarias sino para gran parte del mundo.


Las personas que han llegado el día de hoy a las costas tinerfeñas se encuentran ahora perdidas en un nuevo país en el, para ellos, su futuro es totalmente incierto y en el que no sabrá el trato ue recibirá por parte de nuestra población.


Con el propósito de calmar el furor de aquellas personas preocupadas por estas personas quiero aclarar que en el Cabildo ya se está buscando la forma para adecentar la vida de aquellas personas que quieran permanecer en las islas y facilitar la salida de ellas a las que estén utilizándolas como escala en un viaje de mayor longitud.


No voy a aclarar todavía las ayudas en cuestión, pero probablemente en un futuro cercano estas sean cien por cien aplicables y oficiales.


Hasta entonces quiero agradecer la ayuda de todos los sanitarios, ONG y voluntarios que han decidido ayudar a esta pobre gente.


Muchas gracias.

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