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LOS FINADOS

En este reportaje podrán disfrutar de cuatro entrevistas que giran en torno a la fiesta popular canaria de Los Finaos o Finados. 

ENTREVISTA A JESÚS CARMONA NÚÑEZ, CONSERJE DEL IES VIERA Y CLAVIJO Y LICENCIADO

EN GEOGRAFÍA E HISTORIA 

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–Buenos días, Jesús. Bienvenido a Viera FM. ¿Nos podrías decir cuál es el origen de la fiesta de Finados?
–Viene de la noche de los tiempos, desde que los neandertales empiezan a enterrar a los muertos, existe la tradición que esos difuntos pueden volver e interactuar con los vivos, está el difunto bueno, el difunto malo y detrás de todo eso está el sincretismo religioso.

¿Y qué relación tiene con Halloween o la el Día de los Muertos en México?
–Los españoles llevan a México la tradición del Día de los Muertos y después ellos empezaron a hacer sus propios ritos, su tradición. Por ejemplo, los aztecas eran un pueblo guerrero que sacrificaban en las pirámides a gente. Ellos también van al cementerio, se sientan en las lápidas, les llevan ofrendas, comida, cigarros, bebida, hablan con ellos; pero ya, poco a poco, se está perdiendo la tradición, según me comenta un amigo mexicano.

¿Qué tienen que ver los celtas con esta festividad?
–Los celtas dividían los años en dos estaciones: verano, que empezaba el 30 de abril, e invierno, que empezaba el 31 de octubre, Día de los Difuntos nuestro. Con la llegada del verano se celebraba Beltane o Bealtaine, la noche de las hadas y con la oscuridad, el 31 de octubre, festejaban Samhain. Los habitantes recogían su ganado y en la noche los muertos vagaban por la tierra y podían hablar con los vivos. Hacían comida, sacrificaban animales, se reunían alrededor del fuego, hacían hogueras. 
Los romanos, por ejemplo, cogían las festividades de otras religiones y las adaptaban. Casi toda Europa era celta, España era celtívera, los galos, los ingleses, los irlandeses… eran celtas, pero los romanos mantenían los dioses de las otras culturas. Cuando el cristianismo se hace religión oficial, ellos adaptan esas fiestas a los santos católicos o cristianos. Adoptan esta noche como la noche de difuntos y, al día siguiente, es el día de difuntos, día en el que se iba a enramar las iglesias. Todo eso viene de una tradición antigua que el sincretismo va adaptando.
Por ponerte otro ejemplo, lo mismo ocurre en Navidad, el día 24, celebramos el día del nacimiento de Cristo, porque se adapta de la festividad romana denominada el Sol Invicto. El dios Sol Invictus era el favorito de los legionarios romanos y los cristianos eligieron esta fecha para celebrar el nacimiento de Jesucristo. Ellos van adaptando las tradiciones de otras culturas y las hacen cristianas.

¿Qué sucedía en Inglaterra o Estados Unidos?
–En Inglaterra lo celebran el 11 de noviembre, día en el que acaba la Primera Guerra Mundial, celebran el día de los muertos para conmemorar a todos los caídos en la guerra. También tienen otra tradición denominada el Domingo del Recuerdo que es una semana después, en este día celebran los caídos en la Primera y Segunda Guerra Mundial. Además, los ingleses celebran el 5 de noviembre la noche del Guy Fawkes, conmemora la conspiración de la pólvora, salen las personas disfrazadas a la calle, de este católico sale la máscara de Anonymous. Guy quiso volar el parlamento inglés, pero acabó sin vida.
Los irlandeses en el siglo XIX llevan a Estados Unidos la tradición del Samhain. Ellos adoptan esta noche y le ponen su idiosincrasia.  La gente empieza a disfrazarse y en 1928 se celebra el primer festival con carrozas y disfraces en Minnesota. Después sacaron las calabazas para asustar a los malos espíritus…

–¿Cómo llegó esta tradición a Canarias?
–En Canarias se lleva celebrando hace bastante tiempo, aquí salían los niños con una talega, iban por las casas y preguntaban ¿hay santos? y en lugar de recibir caramelos recibían higos de leche, almendras, pasas y por la noche hacían una comida (hacían almogrote, solían matar a un animal…) y la mujer de mayor edad de la familia contaba historias o anécdotas de sus familiares fallecidos (abuelos, bisabuelos…) para tenerlos en la memoria. También salía la cofradía de difuntos o de finados, que eran hombres que desde el 31 de octubre hasta el día 2 de noviembre se dedicaban a tocar y cantar por las calles y el dinero que sacaban era para hacer una misa especial, la Novena de Difuntos, para todos los muertos del pueblo. Su origen es desconocido, algunos autores dicen que viene de los guanches, que eran animistas también, ellos embalsamaban a sus muertos porque creían en la otra vida.
 

ENTREVISTA A JUAN CARLOS LEÓN DÍAZ,  PROFESOR DE FILOSOFÍA

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–¡Buenos días, Caco!
–Hola, buenos días

–Sabemos que eres de La Palma, ¿nos podrías contar de qué pueblo eres y cómo se celebraban los Finados en él?
–Yo soy del municipio de San Andrés y Sauces, concretamente, del barrio de San Andrés, que es el casco histórico del pueblo, donde este se fundó y está en la costa, cerca del mar, porque el casco administrativo está en las medianías. En Canarias se distingue bien lo que son las medianías de lo que son las zonas costeras.

Las campanas en los pueblos suelen sonar de manera diferente según la festividad. ¿Cambiaba durante los Finados en Los Sauces?
–Mucho, mucho. Yo fui monaguillo en mi época de mi infancia, era una labor que nos divertía mucho y que hacíamos con mucho gusto la gente joven. En los días de Finados, el día 1 y 2 de noviembre, en mi barrio, San Andrés, existía la tradición de que las campanas de la iglesia doblaban durante 48 horas, doblar es tocar las dos campanas a la vez. Las dos campanas doblaban cada diez segundos. Éramos varios monaguillos y nos íbamos turnando. Era una festividad del silencio, un culto y respeto a los muertos. 

–¿Además de esa tradición tenían alguna otra?
–Sí, yo recuerdo otra tradición, la tradición de las chayotas. Antes no se consumían, crecían de manera salvaje en los barrancos, en mi barrio está el barranco de Los Tilos, uno de los barrancos que más agua lleva. Ahí siempre crecían las chayotas. Entonces los niños íbamos a buscar las chayotas más grandes y en la plaza del pueblo las vaciábamos con un cuchillito en la plaza, con ayuda de los mayores, les dábamos forma de calavera humana, le hacíamos los ojos y la boca, y por la noche le metíamos una vela encendida y se iban colocando en las esquinas de las calles. No era para meter miedo sino con la intención de celebrar y recordar a los muertos.

ENTREVISTA A M.ª DEL MAR CRIADO GONZÁLEZ,  PROFESORA DE MATEMÁTICAS

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–Buenos días, somos Marcela y Julia, y hoy en Viera FM entrevistamos a Mar, profesora de Matemáticas.
–¡Hola, Mar! 
–Hola chicas, buenos días.

¿Cómo vivías de pequeña el día de Finados? ¿Solían comer algún dulce especial?
–En mi casa, como mi familia es extremeña, de Cáceres (Plasencia), el Día de los Finados hacíamos los huesillos de santos con harina, aceite de girasol, aceite de oliva, leche, huevos, anís y un poquito de aguardiente y los preparábamos en cajas para repartirlos después a las diferentes familias. También esa noche, la noche del 1 al 2, preparábamos en la cocina unas velitas en unas tazas con agua y un poquito de aceite en recuerdo de las personas fallecidas. 
 
–¿Su familia vivía mucho esta tradición?
–Sí, porque allí nos reuníamos todos, era un día familiar, mis padres, mis diferentes hermanos y algún sobrinito que otro.

¿Sus familiares de mediana o corta edad conocen esta tradición o tienen más interiorizado la celebración de Halloween?
–Mis padres fallecieron y ahora se celebra más Halloween. La vida diaria de hoy es un corre corre y ahora hay menos tiempo para hacer esos postres en familia.

–Mar, muchas gracias, por hablarnos de Finados y participar en Viera FM.
–Gracias a ustedes por compartir conmigo este momento. Besitos.

ENTREVISTA A PILAR ACOSTA SOSA,  PROFESORA DE MATEMÁTICAS

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–Buenos días, Pilar
–Buenos días

¿De dónde eres y cómo se vivía Finados durante su infancia en su casa?
–Yo soy de Gran Canaria, del noroeste, de un barrio del municipio de Santa María de Guía. Yo recuerdo que en esos días mi madre ponía en un platito agua, aceite y unas lamparitas que encendía por cada uno de los difuntos de la familia y eso se mantenía durante todo el mes de noviembre. Lo del agua y el aceite era, como el agua y el aceite no se mezclan, para evitar el consumo rápido del pabilo de la vela.

¿Conoce la expresión Pan por Dios o hay Santos?
–Sí, yo trabajé durante tres años en San Juan de la Rambla y allí se está intentando recuperar la tradición de los santitos. Los santitos son los niños pequeños que salen el día 1 de noviembre por las casas con sus cestitas de mimbre, antes les daban manzanas, castañas, frutos secos, lo de la temporada, pero ahora se le da más chuches que frutas.
El Pan por Dios era que, en las medianías de San Juan de la Rambla, las familias menos pudientes iban tocando en las casas de las familias con más posibles para pedirles Pan por Dios y les daban frutas, verduras, algunas monedas y el pedido, el pan. Era una especie de ayuda que se le daba a la gente más pobre de la zona. Esta tradición se está perdiendo, mientras que la de ¿Hay Santos? es más conocida. No obstante, hay un panadero en San José que para ese día hace unos panecillos de leche y a sus clientes les pone ese día en sus talegas un panecillo como recuerdo del Pan por Dios.

Sabemos que en San Juan de la Rambla se está rescatando la tradición de Finados. ¿Nos podría contar cómo lo están haciendo?
–Llegó una alcadesa, que estaba muy preocupada por todas las tradiciones, y una familia de allí que eran maestros y empezaron con sus niños a rescatar la tradición, lo hicieron involucrando a los más pequeños, implicando a las escuelitas de Infantil. Actualmente, el día 1 de noviembre, el pueblo está lleno de criaturas con sus cestas de mimbre pidiendo los Santitos.
 
¿Crees que esta tradición se está perdiendo? ¿Por qué?
–Sí, se está perdiendo, porque todo se globaliza, está pudiendo más la propaganda televisiva y de los otros medios en otro tipo de tradiciones. Prefieren la que no está arraigada aquí, es una excusa para salir de fiesta tanto los mayores como los más adolescentes. Pero, en San Juan de la Rambla hay verdaderas legiones anti-Halloween. En general, en casi todos los pueblos de la Isla Baja se celebraba tanto el pan por Dios como ¿hay Santos? Es una pena que se estén diluyendo estas tradiciones.

–Muchísimas gracias por participar en Viera FM.
–Muchísimas gracias a ustedes por intentar que se conozcan estas tradiciones.

ENTREVISTA A ROSA M.ª ALONSO ORIHUELA,  PROFESORA DE GEOGRAFÍA E HISTORIA

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–Somos de nuevo Lucía y Beatriz, concluimos esta ronda de entrevistas hablando con Rosa, profesora de Geografía e Historia.
–Hola Rosa, bienvenida a Viera FM. 
–Hola chicas, ¿qué tal?, buenos días.

–¿Qué nos puede contar de origen de la tradición canaria de Finados o Finaos?
–En la tradición cristiana siempre ha habido un día en el que se honraban a los muertos. Esta tradición viene de mucho más atrás. Ustedes seguramente sabrán que, en Roma, en los egipcios…, el culto a los muertos siempre ha existido. En Canarias esta tradición se llama los Finados o los Finaos, yo sinceramente siempre he escuchado la palabra Finados y tenía lugar en unas ocasiones el 30 y en otras el 31 de octubre, los días inmediatamente antes del 1 de noviembre, Día de todos los Santos. En ese día se solían reunir en esa noche las familias y la persona mayor, el abuelo o la abuela generalmente, empezaba a contar historias, anécdotas, cuentos… relacionados con los muertos de la familia y eso permitía que los más jóvenes supieran algo de su historia familiar: ¿quiénes eran sus bisabuelos?, ¿qué hicieron?, ¿cómo murieron?, etc. Era una forma de acercar a los niños a la muerte sin temerle. Yo recuerdo ir a los entierros y no asustarme la muerte, actualmente se evita que los niños vayan al cementerio. También era una forma de unir lazos en la familia. Por eso, era tan importante el Día de Finados, era un momento de acercamiento del núcleo familiar, sobre todo, en el medio rural. A medida que las ciudades se han incrementado y han aumentado la población los Finados han perdido un poco ese sentido de tradición oral, de conocer la historia de la familia.
 
–¿Conoce la expresión Pan por Dios o hay Santos?
–Esa es la tradición en Canarias, muy anterior a Halloween, del Truco o Trato. Lo de Pan por Dios, que es una expresión lastimera, ya que se pedía pan, se hacía, sobre todo, en la zona norte de Tenerife, conocida como Daute (Garachico, Los Silos, Buenavista del Norte), ahí salían los niños e iban tocando por las casas y los vecinos le daban todos los frutos de la época (castañas, almendras, los higos pasados, incluso higos picos pasados o manzanas). La tradición viene supuestamente de Portugal. A esa zona vinieron, después de la conquista, muchos portugueses (picapedreros, constructores, carpinteros…). Esta tradición está vinculada a la época de hambre, por eso el pan. El pan era el alimento más importante en aquel momento. En lugar de pedir una limosnita pedían Pan por Dios. La gente pudiente daba frutos en vez de las chuches de hoy. En cuanto a los Santitos, era más del sur; sucedía lo mismo, pero en lugar de “Truco o Trato” o “Pan por Dios” decían “¿Hay Santos?”.

–¿Sabe qué comida típica se solía comer en la noche de Finados?
–Pues en esa noche de reunión familiar se comía lo que había: frutos secos (higos pasados, castañas…), manzanas, piñas (de mazorcas de maíz), en algunos sitios se mataba algún cochinillo, porque también es la época de matanza. También se hacían dulces, los deditos de santos –hechos con harina y con almendras– o los bollos de alma, pero conseguirlos hoy en día es muy difícil.

–¿Ha visto o ha escuchado hablar de los ranchos de las ánimas?
–La palabra rancho tiene varios significados en Canarias. Por un lado, es una comida exquisita con unos fideos gordos, también la palabra rancho se emplea para designar a un grupo de personas, pero hay otro significado de la palabra rancho que es grupo de personas que cantan con instrumentos y que iban por las casas de los vecinos y actuaban en las iglesias. En concreto, los ranchos de ánimas eran personas que cantaban y tocaban timples, guitarras, triángulos, algunos instrumentos de percusión, la rascadera con la botella de anís... En esos días de finados y hasta las navidades cantaban unas estrofas que hacían alusión a las ánimas, es decir, a sacar las almas del purgatorio. Quizá en Gran Canaria es donde más se conserva, en Tenerife se ha ido perdiendo. 

–¿Qué ofrendas se llevaban a los cementerios?
–Normalmente se llevaban flores, en Canarias se utiliza mucho la palabra enramar, es decir, llevar flores a tus familiares y también a la gente que conocías. También se ponían velitas o lámparas de aceite. Mañana yo voy a enramar a todos mis muertos, pero si veo tumbas que no tienen nada le pongo una florecita de las que yo llevo, es una manera de honrar a esa gente que ya no tiene familia o que nadie se acuerda de ellos para tenerlos presentes en ese día.

–¿Por qué cree que esta tradición se está perdiendo?  
–Porque vamos muy deprisa, la muerte se vive de otra manera. Antes el recordar era honrar, hoy nos acordamos en el momento y después con el estrés de las ciudades estas tradiciones pasan a un segundo plano. También porque estas tradiciones son del mundo rural. Ver fotos antiguas y contar historias para recordar nuestros orígenes se está perdiendo. Es una pena, porque es una manera de mantener nuestra historia oralmente, que pasa de abuelos a padres, de padres a hijos… Al final estamos perdiendo un poco nuestros orígenes, si no lo sabemos de nuestra familia es muy difícil seguir adelante.

–¿Qué podríamos hacer para recuperar los Finados?
–En primer lugar, los más jóvenes pueden preguntar en casa por sus orígenes. Preguntar ¿quiénes son mis abuelos?, ¿qué hacían?, ¿dónde están enterrados?, ¿de dónde vienen nuestros apelidos?... e ir a los cementerios. El cementerio no come a nadie, allí son más peligrosos los vivos que los muertos. Es un remanso de paz. Además, podemos acudir a honrar a todos las personas que están enterradas.

–Ha sido un placer entrevistarle en Viera FM. ¡Muchas gracias!


Un agradecimiento especial a Cecilia, Vicedirectora del IES Viera y Clavijo, por la organización de esta intervención didáctica tan enriquecedora. Agradecer también a los personas entrevistadas y a las entrevistadoras: Marcela Hernández González (1.º ESO A), Julia Almeida Leandro, (1.º ESO A), Lucía Gómez López (3.º ESO A), Beatriz Luis Guerra (3.º ESO A), Alba Gil Pérez (4.º ESO C) y Ariadna Pérez Pérez (4.º ESO C). 

                                            ¡BUEN TRABAJO EN EQUIPO!

 
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