DÍA DE LA POESÍA
(21 de marzo de 2022)
Un día con Sara Pérez
Sara Pérez Hernández, Sara Cafuné en el mundo poético, compartió su pasión por la poesía con el alumnado de 2.° PMAR con motivo del Día Mundial de la Poesía. A pesar de su juventud, cuenta con el mérito de haber publicado un libro de poemas; haber participado en diversos encuentros poéticos y recitados: Poetry Slam Tenerife, TEA…; y, especialmente, que uno de sus poemas se haya hecho viral en las redes sociales, plataformas que utiliza para su publicación.
Dotada de una exquisita sensibilidad y conocedora del poder de la palabra en estos tiempos convulsos en que vivimos, insistió al alumnado en que utilicen la poesía como una forma ideal no solo para expresar sus sentimientos más íntimos sino como medicina del alma. El alumnado fue muy receptivo y estuvo atento a sus consejos, enfocados principalmente a que luchen por sus metas, aunque sufran muchos problemas y situaciones complicadas, ejemplificado en su propia persona, orgullosa de dar visibilidad a su enfermedad mental, TOC.
Disfruten de uno de sus poemas más conocidos:
Hay mujeres
Que entran al probador de hombres
Y hombres
Que se maquillan.
Hay mujeres que esperan
a que se acerque él primero,
Y hombres sorprendidos porque es ella
Quien se acerca y da el primer beso.
Hay cambiadores de bebé
En baños masculinos.
Hay niños
Que tienen una barbie favorita
Y niñas
Que prefieren el azul.
Que se hicieron mayores y cambiaron de opinión
o no.
Hay parejas en las que ella
es más alta que él,
y otras en las que ella, ni de puntillas,
está a la altura.
Hay chicos que dicen
Que no les gustan las chicas
Y hay chicas
Que se casan con chicas.
Hay personas que nacieron veinte años antes que otras, y que se encontrarán en el instante preciso.
Personas
Labios con labios,
Lenguas con lenguas.
Piernas con piernas.
Lugares llenos de gente,
De tanta gente.
De manos entrelazadas y miradas cómplices También miradas que no dicen nada.
Sudor, saliva, sangre.
La S de sí quiero.
Quiero un mundo en el que no haya dedos señalando.
En el que no se digan cosas como:
"esa es una puta"
En el que los culpables del desamor sean solo
dos personas.
Un mundo en el que se pueda ser libre para poder amar.